Si tienes solo tres días para conocer Cartagena, no te preocupes: se pueden vivir muchas cosas increíbles en poco tiempo, si sabes por dónde empezar. Por eso te armamos este itinerario completo con lo mejor de la ciudad, día por día. Nada de correr sin rumbo ni de perderte lo bueno por falta de información. Aquí va el plan… con hotel recomendado incluido, obvio.
¿Qué hacer 3 días en Cartagena?
Itinerario ideal para aprovecharlo al máximo
🏰 Día 1: Centro Histórico, cultura y un atardecer de postal
Apenas llegues, déjate sorprender por el encanto de la Ciudad Amurallada. Calles empedradas, balcones llenos de flores, plazas con música en vivo… es como entrar en otro tiempo.
Visita el Museo del Oro Zenú o el Palacio de la Inquisición. Más allá del aire acondicionado (que se agradece), te llevas buena dosis de historia local. Y cuando cae la tarde, ve directo a las murallas para ver el atardecer con algo frío en la mano.
Cena en alguno de los clásicos del centro —como La Cevichería o Carmen— y luego vuelve al Hotel Oceanía, que queda frente al mar en Bocagrande. Sí, dormir con el sonido de las olas es real.



🏝️ Día 2: Islas, playa y desconexión total
Despierta temprano, desayuna con calma y prepárate para una escapada de día completo a Playa Blanca o las Islas del Rosario. Aguas turquesa, arena blanca y ese mood de “no quiero volver”.
Entre snorkel, almuerzo típico y siesta bajo una palmera, el día se te va volando. Al regresar, una ducha fresca y de nuevo a tu hotel frente al mar para relajar como se debe.
Volviendo al hotel, date una ducha rápida, ponte algo cómodo y sal a caminar por la Avenida San Martín. Hay restaurantes con terraza frente al mar donde puedes disfrutar de mariscos frescos, una buena pasta o algo más internacional. Te recomendamos sitios como:
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Kiosco El Bony (local, sin pretensiones y con buen sazón)
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Carbon de Palo (más gourmet, pero relajado)
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La Olla Cartagenera (clásico, sabroso y con tradición)



🛍️ Día 3: Cultura callejera, compras locales y último respiro caribeño
Aprovecha las últimas horas para pasear por Las Bóvedas, comprar artesanías auténticas y quizás darte una vuelta por el Castillo San Felipe si te queda energía.
Si tu vuelo sale tarde, nada mejor que descansar en la piscina del hotel o tomarte un café frente al mar antes de despedirte.
Si decides quedarte una noche más, te recomendamos una cena en el restaurante del hotel para cerrar con broche de oro.


